Regalar vino es una idea original y elegante, pero no es nueva. Existen tradiciones antiguas en diferentes culturas de la historia donde regalar vino tiene un significado especial. El vino se regala en distintas circunstancias a lo largo del año y por distintas razones según el país donde vivas. Ya que son las fechas que son, empezamos con el regalo de cestas de navidad, una costumbre muy arraigada en Ecuador. Regalar cestas de navidad con comida, vinos y licores para agradecer el trabajo de los empleados es muy común en nuestro país, pero su origen se remonta a cientos, sino miles, de años. Los romanos ya regalaban cestas de mimbre conteniendo frutos y distintos alimentos así como vino para los trabajadores del patrón. Esto se hacía en diciembre para celebrar la festividad de los Saturnales. En las colonias británicas, las clases más pudientes regalaban el día 26 de Diciembre, unas cestas repletas de comidas y también licores, a sus empleados domésticos como reconocimiento a su trabajo. En nuestro país la cesta de navidad se comenzó a regalar a los trabajadores en el siglo XIX en los organismos estatales. Poco a poco esa costumbre empezó a arraigarse en las empresas a mediados del siglo XX. Estas cestas contenían alimentos y bebidas consideradas de lujo, por lo que siempre han sido muy apreciadas. El tiempo no ha hecho más que reforzar esa idea, por lo que vemos que la cesta de navidad se convierte en un bien codiciado por todos, tanto por su contenido como por su significado simbólico. El vino refuerza así su valor simbólico como producto de regalo. En algunas empresas el vino ha sustituido completamente a la cesta de navidad. Cada vez más los empleados de distintas empresas reciben una caja de vinos como reconocimiento a su labor.
Cómo lo hacen los anglosajones
Una costumbre de origen anglosajón es regalar vino cuando hemos sido invitados a una cena o comida en casa de amigos. Acudir a esa cita con el vino que se vaya a consumir es casi una regla obligatoria en países anglosajones. Es un regalo muy apreciado ya que se entiende como un agradecimiento a esa invitación y también como reconocimiento de la amistad entre los comensales. Podemos decir que el vino no se regala solamente por su valor gastronómico, sino por su valor simbólico. Sabiendo esto, el vino se convierte en el regalo perfecto entre adultos que se respetan y aprecian. Bodas, bautizos y celebraciones de todo tipo tienen al vino como protagonista. El vino se regala, y simboliza el valor de la relación social que lo acompaña.Un ejemplo lo vemos en la costumbre, en algunos países, de regalar una botella de vino conmemorativa de una ocasión importante, como una boda. Estas botellas estarán personalizadas para recordar el evento.
Ya hemos visto que regalar una caja de vinos es una costumbre cada vez más extendida, tanto para conmemorar eventos, agradecer el trabajo, celebrar una festividad o como regalo de cumpleaños.
Consejos para regalar vino
Aquí os ofrecemos 5 consejos básicos para regalar vino:
- Ten en cuenta el motivo del regalo. Dependiendo de si es un cumpleaños, un agradecimiento o una celebración, el vino que elijas dirá mucho sobre lo que sientes hacia la persona o personas que van a recibir el regalo.
- ¿Una sola botella o una caja de vinos? Si vas a regalar vino nosotros recomendamos que sea una caja de vinos para cualquier evento que no sea una cena o una comida, ya que para ese tipo de ocasiones el vino que se regala será consumido en el momento.
- Elige un vino especial. Si queremos mostrar nuestro aprecio por la persona que va a recibir el regalo deberemos elegir unos vinos de calidad. Aunque haya vinos de calidad en un supermercado, no es el lugar ideal para encontrar un buen vino para regalo. Siempre será mejor ir a una tienda especializada donde podrán recomendarte y aconsejarte qué vino comprar.
- Un vino para cada ocasión. SI el vino se regala en navidad a lo mejor querrás incluir distintos tipos de vino acompañados de alimentos tradicionales de este época del año, pero si es para cualquier otro tipo de regalo podrás elegirlos en base a los gustos de la persona que lo va a recibir, vinos blancos, rosados, tintos, o una combinación de todos ellos.
- Una nota personalizada. Para todas las ocasiones acompañar el regalo con una nota escrita a mano le dará un toque personal que será tan apreciado como el vino en sí mismo. En los detalles está el secreto.